sábado, 7 de febrero de 2015


LOS ESTUDIOS Y LOS JÓVENES DEPORTISTAS

El fracaso o el abandono de los estudios del futbolista en formación han llegado a ser alarmante. Niños y jóvenes, que contemplan la posibilidad de encontrar un futuro en el deporte profesional,  eligen sólo un camino que en la mayoría de las veces no es el correcto. En ocasiones, apoyado o mal gestionado por la propia familia.

Cierto es que el hecho de compatibilizar deporte y estudios requiere un doble sacrificio: horarios, tiempo, viajes, cansancio… pero merece la pena. El fútbol no es el mejor ejemplo en este sentido, aunque ha mejorado en los últimos años. Hay otros deportes, Baloncesto, por ejemplo, dónde el porcentaje de universitarios es mucho más elevado. Por ello, debemos pensar que la compatibilidad no es imposible y, como en otras tantas cuestiones, estamos ante un problema de formación y educación.

Realmente, las posibilidades de dedicarse profesionalmente al fútbol son mínimas. El camino es largo y la meta, en la mayoría de los casos, nunca llega. Ahí están las estadísticas. Es más seguro el camino de la formación y la educación. Y, en caso de acceder a la élite deportiva, es igualmente valiosa.

Es por ello que desde el Área Deportiva de la R.F.A.F hemos apostado por la formación integral del estudiante-deportista desde las primeras edades formativas. Nuestra intención es que la figura de un profesor titulado sea habitual en las expediciones que realicen nuestros equipos. A veces, nuestros niños estarán alejados del colegio varios días y su función será dar clases de apoyo en la realización de tareas y estudios.  Se trata de ofrecer tranquilidad a los padres, formación a los jóvenes deportistas, y agregar un elemento más para establecer una vinculación indivisible entre deporte y formación.
En muchas ocasiones, no se trata de inventar algo nuevo, sino invertir en lo que ya funciona. Los grandes equipos europeos trabajan de esta forma en sus canteras, y el rendimiento deportivo y académico está relacionado en el trabajo diario. En Estados Unidos la formula está más avanzada y perfeccionada desde hace años. Los institutos y las universidades se han convertido en la plataforma de lanzamiento hacia el deporte profesional, y las condiciones intelectuales y deportivas son trabajadas y examinadas al unísono

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